No importa si tu espacio de trabajo es una oficina convencional, un cubículo o tu propia casa, la fundamental es que no pierdas de vista que es el espacio para desarrollar tu actividad y que tiene que ser inspirador y, a la vez, simple. Cuando tu espacio de trabajo es motivador y, por añadidura, funcional, el trabajo no se percibe como tal, sino como una extensión de tu propia creatividad, una oportunidad para crecer.

Para lograr ese objetivo, sólo es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones que te permitirán conseguir ese ambiente inspirador que tanto necesitas. Y lo mejor es que, generalmente, se trata de cambios sencillos, que se pueden instrumentar en poco tiempo.

Veamos 5 consejos para disfrutar un espacio de trabajo motivador y funcional:

  1. Organizá tu espacio y elegí el punto focal: de nada sirve comenzar agregando cosas a un espacio que quizás ya viene desordenado desde hace tiempo. Tomate un tiempo para realizar una limpieza concienzuda. Trabajar en un sitio organizado logra maravillas. Una vez cumplido este proceso, elegí cuál es el punto focal de tu espacio de trabajo, que es lo que primero ves cuando te estás por sentar a trabajar y que, generalmente, es el espacio que está por encima de tu escritorio o computadora. Ese punto focal debe ser inspirador y generar paz. Puede ser una fotografía que fije el tono para todo el espacio de trabajo. Podés comenzar por colgar un cuadro o una imagen que para vos sean motivadores.
  2. Que tu lugar de trabajo esté bien iluminado: una buena iluminación es crucial en el sitio donde desarrollás tus labores. Por ejemplo, reemplazar las viejas lamparitas por unas nuevas del tipo LED no sólo te hará ahorrar energía sino también tener un espacio más claro y brillante, aumentando la visibilidad. Idealmente, la luz debería estar dirigida al centro de tu escritorio para facilitar que te enfoques. Muchas veces, la gente se acostumbra a trabajar en un pequeño ámbito porque ahí es donde está la luz. Para evitar esto, reconfigurá la iluminación para tener suficiente espacio en el que desarrollar tu actividad. Si querés un toque más cálido, podés sumar una lámpara que refleje tu estilo.
  3. Tus objetos personales deben ser de buen gusto: como ocurre con las redes sociales, lo que colocás en tu espacio de trabajo es público y otras personas elaborarán un perfil tuyo en base a esos objetos. Desde ya, es perfectamente aceptable que incluyas elementos que reflejen tus pasiones o viajes realizados. No existen reglas fijas para determinar qué es de buen gusto y qué no. Para no equivocarte, confiá en tu instinto y en tu conocimiento del lugar donde trabajás y de las personas con las que interactuás.
  4. Mejorá la calidad del aire que te rodea: las fragancias nos afectan en formas muy variadas. Pueden ser relajantes, motivadoras o frescas. Para crear un ambiente funcional en este sentido es recomendable tener plantas, reducir el abarrotamiento de muebles, instrumentar sistemas de filtrado del aire y, si es posible, recurrir al viejo y fundamental método de abrir las ventanas.
  5. Exhibí tus metas y creá tableros con el trabajo por hacer: en el caso de un lugar de trabajo corporativo, es perfectamente aconsejable colgar cuadros con la misión empresarial o que muestren los premios conseguidos. En un espacio de trabajo personal, podés dejar bien visibles cuáles son tus metas, con la intención de sentirte motivado en todo momento con lo que estás haciendo. Incluso, esas metas pueden estar en el escritorio de tu computadora para que puedas verlas cada vez que la encendés y te disponés a empezar tu jornada laboral.

 

En Hause Möbel sabemos de crear un espacio de trabajo motivador y funcional porque siempre abordamos maneras nuevas y creativas de resolver los retos que nos presentan los clientes. En ese sentido apuntan las líneas de productos y el asesoramiento que la empresa brinda, con el fin primordial de construir ese ambiente laboral ideal en el que desarrollar al máximo tu potencial.